TRISTANA

TRISTANA
Películas
1970, España.
Dirección: Luis Buñuel
Ayudante de dirección: José Puyol, Pierre Lary, Álvaro Lion.
Producción: Luis Buñuel, Martin Torres Larrodé.
Guión: Luis Buñuel. Julio Alejandro.
Fotografía: José Aguayo.
Música: Frédéric Chopin.
Sonido: José Nogueira, Dino Fronzetti.
Reparto: Catherine Deneuve, Fernando Rey, Franco Nero, Jesús Fernández.
Película española de 1970 del director español Luis Buñuel. Está basada en la novela homónima de Benito Pérez Galdós.
“… La iba a hacer en 1952 con Ernesto Alonso y Silvia Pinal. Es una de las peores novelas de Galdós… Me parecía atractivo e interesante el detalle de la pierna cortada… pero el proyecto no siguió adelante… En 1962 Buñuel trató en vano de volver al proyecto, pero la censura en España no quería a Buñuel filmando ahí… Pasaron los años y volví a presentar el proyecto y no cortaron nada, no me molestaron más.”
“… Con la ayuda de Julio Alejandro, puse en Tristana imágenes a las que yo siempre he sido sensible, como el campanario de Toledo y la estatua mortuoria del cardenal Tavera, sobre la que se inclina Tristana. Hace tiempo que no he vuelto a ver la película, me resulta difícil hablar de ella hoy, pero recuerdo que me gusto la segunda parte; cuando ella vuelve… su regreso, con una pierna cortada, oír sus pasos por el corredor, el ruido de las muletas y la frívola conversación de los curas sobre sus tazas de chocolate.”
“… Tristana no trata sobre la liberación femenina ni nada parecido, que importa un argumento u otro? , lo importante es por donde te diriges con esa idea, con ese argumento que es solo tu punto de partida… para eso es el guión, finalmente un tipo de mapa… que te propone posibilidades de caminos a recorrer, y destaca, como todo mapa ciertos puntos, ciertos énfasis, ciertas consideraciones, que como viajero puedes ir reconociendo, evaluando, acercándote o alejándote… Tus ideas, tus obsesiones tus temas son lo que importa, mis temas son el sexo y la religión, Tristana, o mejor dicho mis películas son un proyecto y como tal una posibilidad; de mirar y de mirarme, de revisar y revisarme, de imaginar, de crear, de construir. Una película mía, esta u otra, no pretende ser un cartel de crítica ni lucha social, de condena de esto o lo otro. Ni pensarlo. Yo me limito siempre a mostrar hechos sin tomar posiciones ni en pro ni en contra… Debo reconocer sí que Tristana es mi película más española, ciento por ciento, mis otras películas podrían ocurrir en cualquier otro lugar.”
Es interesante rescatar ciertas ideas de los comentarios del co-guionista Julio Alejandro, a propósito de cómo las distintas versiones del guión ( 4 en total) fueron acercando el trabajo a las ideas principales del cine de Buñuel, como lo era en este caso hacer una película española y sobre Toledo como ciudad, como sociedad, una sociedad provinciana, anclada en el pasado, lo que se acentúa con la luz y el color de la fotografía, que subraya el aire otoñal, arcaico en decadencia, con colores pardos y oxidados, y los recovecos laberínticos de su calles, que son una metáfora de la sociedad. Y como el mejor Buñuel suele deducirse de los pequeños actos cotidianos y simples a los cuales potencia hasta dotarlos de elocuentes pronunciamientos sobre todo tipo de valores. Podríamos decir que son estos detalles simples los que contienen la esencia del film, por otra parte las variaciones y los ajustes hechas sobre la novela de Galdós, propios del proceso de escritura y re-escritura de un guión, así el argumento queda más y más condensado, lleno de sentidos adherentes, furiosamente corrosivo, las transformaciones importantes y profundas de su personajes, metamorfosis que no quedan como un gesto antojadizo, sino que son consecuencia natural y profunda de una suma de sus andares, de los hechos y experiencias que habitan en el transcurso de la película.
Hay un discurso subterráneo, una prospección de la faceta del subconsciente del personaje, que aflora a través de signos intraducibles al plano racional, un ejemplo claro de esto es el ruido monótono de las muletas en el suelo que acompaña la imagen de Tristana en el pasillo, es un signo inquietante y paradójicamente silencioso, por lo que termina escondiendo… Tristana deja de hablar, y solo pasamos a escuchar el sonido de sus muletas. Buñuel rechaza el tema de las restricciones sociales para con la mujer, para proponer que el ser humano no puede escapar a sus instintos mas primitivos, los impulsos primordiales, no racionales, ni sociales, como el sexo, mandan nuestras acciones.